Las ventas del peluche inteligente Kumma, desarrollado por la compañía singapurense FoloToy y equipado con tecnología GPT-4, fueron suspendidas tras revelaciones alarmantes sobre su comportamiento en conversaciones. Investigadores del Fondo Educativo PIRG de Estados Unidos descubrieron que el osito mantenía diálogos sobre temas sexualmente explícitos, incluyendo instrucciones para prácticas peligrosas y fetiches, planteando serias preocupaciones sobre la seguridad y la supervisión infantil. La empresa anunció la retirada del mercado y la realización de una auditoría interna, en medio de críticas por la falta de regulación en productos de inteligencia artificial dirigidos a públicos vulnerables.