La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) atraviesa un proceso de profunda reestructuración tras las recientes denuncias de irregularidades y corrupción que han sacudido la institución. La directora ejecutiva, Margot Ayala, informó que ya se han realizado cambios en más de 100 funcionarios, en un esfuerzo por erradicar las prácticas ilícitas y transformar el organismo en un ente transparente y eficiente. “Hemos tomado recaudos; si no cambiamos, los problemas persistirán”, afirmó Ayala, quien además alertó sobre la existencia de una “mafia de desvío de combustible” que, según sus palabras, no solo afecta a la ANH, sino a otras instituciones del Estado. La situación se agravó con el allanamiento de las oficinas de la ANH por parte de la Fiscalía, en el marco de investigaciones por el supuesto desvío de 14 cisternas de YPFB hacia surtidores irregulares en febrero pasado.