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En las últimas décadas, Bolivia ha experimentado una notable transformación en las decisiones reproductivas de las mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de fecundidad ha descendido de 7,5 hijos por mujer en la década de 1970 a 2,1 en 2023. Este cambio refleja una tendencia hacia la maternidad tardía y la preferencia por familias más pequeñas.
Diversos factores contribuyen a esta transformación. El acceso ampliado a métodos anticonceptivos y una mayor participación femenina en el ámbito educativo y laboral han permitido a las mujeres tomar decisiones más informadas sobre su reproducción. Además, la urbanización y el aumento del costo de vida han influido en la planificación familiar, llevando a muchas a posponer la maternidad o a optar por tener menos hijos.
Este fenómeno no es exclusivo de Bolivia; se alinea con una tendencia global en la que las mujeres priorizan su desarrollo personal y profesional antes de formar una familia. Sin embargo, esta reducción en la tasa de natalidad plantea desafíos para el futuro, como el envejecimiento de la población y posibles impactos en la economía y los sistemas de seguridad social.
En respuesta, expertos y autoridades destacan la importancia de adaptar las políticas públicas para abordar estas nuevas dinámicas demográficas, asegurando el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
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