El próximo domingo 7 de septiembre se espera la descarga de 45 millones de litros de diésel en la terminal de Arica, en Chile, con el objetivo de aliviar la escasez que afecta principalmente a La Paz y El Alto. Mientras tanto, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asegura que la distribución de gasolina continúa en niveles normales en todo el país, pese a las largas filas y las protestas del transporte pesado, que denuncia una sobredemanda y falta de divisas para importar los volúmenes necesarios. La llegada de estos cargamentos en la frontera chilena representa una esperanza para reducir las restricciones, pero la incertidumbre sobre los recursos en divisas y la necesidad de autorizaciones legislativas mantienen en tensión el abastecimiento de uno de los insumos más vitales para la economía boliviana.