El enfrentamiento político en Bolivia se intensifica tras la denuncia del presidente Rodrigo Paz, quien reveló un daño económico al Estado superior a los 15.000 millones de dólares en gestiones del Movimiento Al Socialismo (MAS). En medio de acusaciones de mala gestión y corrupción, el exmandatario Evo Morales convocó a sus seguidores a movilizarse en defensa de sus sectores sociales, argumentando que el gobierno actual excluye y desprecia a las organizaciones indígenas y populares. La polémica surge en un contexto donde las denuncias de corrupción, como el escándalo del Fondo Indígena, salpican a los gobiernos del MAS, mientras Paz promete recuperar los recursos saqueados y sancionar a los responsables.